En situaciones de estrés o de algún mal pasajero de salud, creemos que acudiendo a suplementos vitamínicos podemos sobreponernos a ese estado.
Hasta no hace muchos años estos suplementos eran vendidos en farmacias y bajo receta médica. Hoy en día se puede encontrar todo tipo de productos, desde pastillas, cápsulas, tónicos, hasta batidos, y en todo tipo de comercio, como los gimnasios, centros deportivos, inclusive supermercados.
Y aunque la mayoría de las personas sabe la importancia de las vitaminas para la salud, existen muchas ideas preconcebidas sobre ellas, y algunas de ellas no tienen fundamento, por eso es importante acabar con algunos mitos:
Mantiene nuestra vitalidad
Falso. A pesar de que las vitaminas aporten al correcto funcionamiento de nuestro cuerpo, no sustituye la ingesta de cereales, frutas, verduras o lácteos, que es de donde nuestro cuerpo saca energías.
Se pueden tomar en cualquier momento
No es aconsejable. Si tomamos algún suplemento vitamínico, deberemos hacerlo en el momento de la ingesta de alimentos, ya que, si los tomamos con “el estómago vacío”, no se asimilarán correctamente y corremos el riesgo de que se irrite.
El cuerpo almacena reservas de vitaminas
No todas. Almacena en el hígado las vitaminas A, D, E K y B12; las demás vitaminas, no se almacenan y son eliminadas en la orina, por lo que el organismo las capta diariamente de los alimentos.
Pueden sustituir ingesta de alimentos
Nunca. Junto con el suplemento tiene que haber una dieta equilibrada: el complemento vitamínico no sustituye ninguna de las comidas diarias. Si lo hiciéramos corremos el riesgo de tener alguna deficiencia nutricional en poco tiempo.
Si me alimento adecuadamente no necesito tomarlos
Falso. Aunque tengamos una dieta equilibrada, hay factores que no podemos controlar, como los sistemas actuales de producción de alimentos que disminuyen su calidad nutricional, o con la edad, nuestro cuerpo empieza a asimilar de manera diferente los nutrientes.
En conclusión y como recomendación, si quieres tomar un complemento vitamínico, lo mejor es consultar a un médico para que te recete lo que necesitas y en la medida que lo necesitas. Los suplementos vitamínicos NUNCA sustituyen una buena alimentación, recuerda que son complementos que refuerzan nuestra nutrición, no la remplazan.